El Oyakodon, que se traduce literalmente como ‘cuenco de pollo y huevo’, es un plato icónico de la cocina japonesa, amado por su simplicidad, sabor reconfortante y rapidez de preparación.
Este popular y tradicional plato japonés se caracteriza por su delicado equilibrio de sabores umami, salados y ligeramente dulces. La salsa de cebolla dulce y salada, combinada con el tierno pollo y los huevos tiernos, crea una experiencia culinaria excepcionalmente satisfactoria.
Esta receta específica se destaca por su enfoque en la calidad de los ingredientes y en la técnica para lograr una salsa perfectamente equilibrada.
Muchos Oyakodon utilizan una salsa precocinada, pero aquí te guiaremos a preparar una desde cero, para obtener el mejor sabor y textura posible. La clave reside en caramelizar suavemente la cebolla, lo que realza su dulzor natural y proporciona profundidad a la salsa.
Aprenderás a conseguir ese brillo característico de la salsa y la textura perfecta del huevo, lo que elevará tu Oyakodon a un nivel superior. No necesitas ser un chef profesional para dominar esta receta japonesa fácil y deliciosa.nn
El perfil de sabor del Oyakodon es inconfundible. La dulzura sutil de la cebolla caramelizada se complementa con el toque salado del dashi (caldo japonés), la salsa de soja y el mirin (vino de arroz dulce). El pollo aporta una textura suave y un sabor delicado, mientras que los huevos, cocidos a fuego lento, añaden cremosidad y riqueza.
El resultado es un plato cálido, reconfortante y sorprendentemente versátil, ideal para una cena rápida o un almuerzo nutritivo. Aprenderás a preparar este Oyakodon siguiendo paso a paso instrucciones claras y fáciles de seguir, incluso si eres un principiante en la cocina japonesa.
Para asegurarte el éxito de tu Oyakodon, presta atención a la calidad de tus ingredientes. Un buen dashi es fundamental, al igual que una salsa de soja de calidad.
No tengas miedo de ajustar los condimentos a tu gusto. Puedes añadir un toque extra de jengibre o mirin si lo deseas. El Oyakodon es un plato adaptable y, lo más importante, ¡delicioso!
Ingredients
- 150g de pechuga de pollo, cortada en cubos pequeños
- 1 cebolla mediana, finamente rebanada
- 2 huevos grandes
- 1 taza de dashi (caldo japonés)
- 1/4 taza de salsa de soja
- 2 cucharadas de mirin
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de jengibre rallado (opcional)
- Arroz cocido, para servir
- Cebollín picado, para decorar (opcional)
Instructions
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Preparación de la Salsa
En una cacerola mediana, calienta ligeramente el azúcar hasta que se derrita y se caramelice ligeramente. Añade la cebolla y cocina a fuego lento durante 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que esté caramelizada y suave. Añade el dashi, la salsa de soja, el mirin y el jengibre (si lo usas). Deja que hierva a fuego lento durante 5 minutos.
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Cocción del Pollo
Añade el pollo a la salsa y cocina durante 5-7 minutos, o hasta que esté cocido. Retira del fuego.
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Adición de los Huevos
Con cuidado, rompe los huevos sobre la mezcla de pollo y salsa. Cubre la cacerola y deja cocinar durante 2-3 minutos, o hasta que las claras estén cuajadas pero las yemas aún estén ligeramente líquidas. No revuelvas.
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Servicio
Sirve el Oyakodon inmediatamente sobre una cama de arroz cocido. Decora con cebollín picado, si lo deseas.
Nutrition Facts
- Calorías: aprox. 400 por porción
- Proteína: aprox. 30g por porción
- Grasa: aprox. 15g por porción
- Carbohidratos: aprox. 40g por porción
Recipe Video
Frequently Asked Questions
Sí, puedes experimentar con otras carnes como cerdo o ternera, pero el pollo es el tradicional y se adapta mejor al sabor delicado de la salsa.
Se recomiendan huevos frescos de granja, ya que proporcionan una yema más rica y cremosa. Los huevos grandes o medianos funcionan bien.
Sí, la salsa se puede preparar con anticipación y guardar en el refrigerador hasta por 3 días. Calentarla suavemente antes de usarla.
Puedes ajustar el nivel de dulzor agregando más o menos mirin según tu preferencia. Comienza con la cantidad indicada y ajusta al gusto.
No se recomienda congelar el Oyakodon ya que la textura del huevo y el pollo podrían verse afectados. Es mejor disfrutarlo fresco.